¿Qué es una mercancía?

En una primera lectura superficial e ingenua podríamos contestar que la mercancía es "eso que está apilado en las estanterías de los supermercados", pero si examinamos el asunto con más detenimiento veremos que la cosa es algo más compleja.

Marx dedicó al análisis de la mercancía todo el primer capítulo de El Capital (cuya lectura recomiendo a todos los anticapitalistas, pues la mejor manera de combatir con efectividad el sistema es conocer su estructura y funcionamiento, de lo contrario no haremos más que dar palos de ciego, además el núcleo duro de su análisis sigue estando plenamente vigente hoy día por mucho que algunos se empeñen en negarlo).

A los trabajadores que no estén familiarizados con el tema y tengan miedo o pereza de ponerse a leer porque piensan que es un texto difícil solo apto para economistas o expertos, que sepan que no es así en absoluto, la dificultad de El Capital, más que en el texto en sí mismo, está en ser capaz de desprenderse de las varias capas de barniz ideológico que recubren nuestra mente y en pensar dialécticamente, es decir: no hay que pensar la mercancía, ni la economía en general, como algo estático sino como algo dinámico, que se mueve, y fijarnos más en el movimiento y en las relaciones que en la supuesta esencia de la cosa.

Ser economista en realidad es más un hándicap que otra cosa la hora de entender El Capital, pues la economía vulgar que se estudia en las facultades es básicamente ideología capitalista, cualquier obrero no cualificado que sepa leer y escribir está más capacitado para comprender El Capital que la mayoría de los "expertos" en economía que entrevistan en la televisión.

Lo primero que hay que decir sobre la mercancía es que no debe entenderse como una cosa (no todas las cosas son mercancía, aunque en nuestra sociedad todo tienda a mercantilizarse, ni la condición de "mercancía" de una cosa depende de sus propiedades físicas o naturales)

Ni como un mero producto del trabajo humano (si un carpintero se fabrica una silla para utilizarla él o su familia habrá producido una silla pero no una mercancía).

Tampoco sería mercancía la silla del ejemplo anterior, aunque hubiera sido fabricada para otra persona, si aquella no se cambia por otra mercancía o por dinero (por ejemplo: si hace una silla especial con intención de regalársela a un amigo).

La mercancía es una "forma" que nosotros proyectamos sobre las cosas, como una diapositiva o una película de cine se proyecta contra la pantalla.
(Por expresarlo de otro modo más popular: la forma sería como el color del cristal con que miramos las cosas)
Esta forma (o el color del cristal) viene determinada por el modo en que está organizada la producción y la distribución en la sociedad mercantil capitalista, en realidad las mercancias, el valor y el dinero no existen, existen las cosas y las personas.

Pero no todas las cosas son aptas para ejercer la función de pantalla.

Como hemos visto la mercancía tiene que cumplir tres condiciones a la vez para ser considerada como tal:

1- ser una cosa útil

2- producto del trabajo humano

3- estar destinada al intercambio

Con respecto a la utilidad de la cosa hay que aclarar que cosas en principio inútiles pueden ser sin embargo mercancías (el caso más paradigmático en este sentido lo protagonizó el artísta italiano Piero Manzoni quien llegó a vender "mierda de artista" en latas de 30 gramos cada una al precio de 30 gramos de oro en 1960, ignoro cual es la cotización actual de la mierda de artista)

Tal vez hoy en día más que de cosa "útil" o necesaria deberíamos hablar de "objeto de deseo".

En la época de Marx todavía la mayoría de las mercancías que circulaban en el mercado estaban orientadas a la satisfacción de necesidades concretas, un abrigo, por ejemplo, se usaba en general hasta que se rompía o se gastaba por el uso, en la actualidad hemos inventado (han inventado los capitalistas por intereses comerciales) por un lado "la moda" que hace que no podamos ponernos este año el abrigo del año anterior, aunque esté perfectamente, por que está "pasado de moda", y por el otro la "obsolescencia planificada" que hace que las mercancías se fabriquen, no para durar mucho tiempo como antes, sino para durar un tiempo limitado, pasado el cual deberemos tirar el abrigo a la basura y comprar uno nuevo porque el anterior ya se ha deteriorado aunque no hace mucho que lo compramos.

De lo que se trata en última instancia cuando hablamos de cosa útil, es de que haya alguien que desee adquirir esa mercancía, por la causa que sea, (si no existe la necesidad, la publicidad y las demás técnicas de marketing ya se encargan de alimentar nuestro deseo y de crear artificialmente la necesidad de comprar tal o cual producto).

Por consiguiente el punto 1 y el 3 están interconectados, la cosa útil (o deseable) tiene que serlo, pero no para el productor, sino para alguien con quien pueda efectuar el intercambio, si nadie estuviera interesado en su mercancía no podría cambiarla y por lo tanto no sería una verdadera mercancía.

Uno de los descubrimientos de Marx fue el de la naturaleza bifacética de la mercancía:

Una mercancía es por un lado algo útil (sirve para algo concreto, tiene un valor de uso)

Y por el otro es algo inútil en sí misma para su productor pero que tiene un valor por el hecho de que espera poder cambiarla por otra mercancía en el mercado.

En el ejemplo del carpintero, sus sillas tienen un valor de uso (sirven para sentarse) pero no tienen un valor de uso para su productor pues él no las fabricó para su uso particular sino destinadas al mercado.

El valor de sus sillas para él es el valor que espera obtener a cambio de ellas en el mercado.

La mercancía como tal, surge en el momento en que los productos no se fabrican con el fin de ser consumidos directamente por su productor sino que se producen destinados al intercambio.

Quedamos, pues, en que la mercancía tiene un valor de uso y un valor.

La forma simple de valor es la expresión más simple del valor de una mercancía, pero tal y como dijo Marx: "El secreto de toda forma de valor yace oculto bajo esta forma simple de valor. Es su análisis, pues, el que presenta la verdadera dificultad".

Veamos en que consiste esta forma simple de valor.

Si tenemos dos mercancías, por ejemplo, quesos y ladrillos, podemos establecer una relación de intercambio según la cual

1 queso = 15 ladrillos o lo que es lo mismo

1 queso vale 15 ladrillos

pero esta relación de intercambio, o valor de cambio, es algo contingente, fluctuante, que puede variar influido por múltiples factores que no vamos a analizar aquí, pero que puede hacer que mañana 1 queso valga más o menos ladrillos.

Sin embargo Marx decide obviar la cuestión cuantitativa y centrarse en la parte cualitativa, es decir: si a la igualdad que hemos establecido entre quesos y ladrillos le quitamos la cantidad ¿que nos queda?

quesos = ladrillos

¿Como es posible que pueda establecerse una relación de igualdad entre dos mercancías tan diferentes?

Marx se da cuenta de que debe haber algo en común entre dos mercancías para que pueda establecerse una igualdad entre ellas y esa cosa común que tienen todas las mercancías entre sí no es otra que el trabajo humano empleado en su producción.

En otras palabras: El valor de las mercancías es la expresión del trabajo empleado en su producción, independientemente de que después en la práctica su valor de cambio se vea alterado por diversos factores.

Pero, como hemos visto antes, la mercancía tiene una doble naturaleza (valor de uso y valor) por lo tanto el trabajo contenido en ella también tiene una doble naturaleza: no es igual el trabajo que produce valores de uso (quesos, ladrillos, o cualquier otra cosa) que el trabajo que produce "valor", este último es un trabajo humano general, indiferenciado, abstracto, no nos importa la forma concreta del trabajo, al contrario de lo que ocurre con la producción de valores de uso donde lo fundamental es el tipo de trabajo concreto pues no es lo mismo hacer quesos que fabricar ladrillos.

Según Marx la antítesis interna de la mercancía (es valor de uso y valor) se expresa externamente en la forma simple de valor de modo que cada una de las mercancías implicadas adopta la forma de uno de los dos polos de la expresión: forma relativa y forma equivalente, en nuestro ejemplo el queso ocupa la forma relativa y los ladrillos la forma equivalente, es decir: el queso expresa su valor (que es algo etéreo) en el valor de uso, en el cuerpo de los ladrillos:

1 queso = 15 ladrillos

Si le damos la vuelta a la expresión:

15 ladrillos = 1 queso

Son los ladrillos ahora los que ocupan la posición de forma relativa y los que expresan su valor en el valor de uso del queso que toma la forma equivalente.

Ninguna mercancía puede ocupar al mismo tiempo las dos posiciones: o bien expresa su propio valor en el cuerpo de otra mercancía o bien presta su cuerpo como medio de expresión del valor de la otra mercancía.

Hasta ahora he hablado de cambio o de intercambio de mercancías, hoy estamos más acostumbrados a hablar de vender y comprar.

Antiguamente, antes de que inventaramos el dinero, las mercancías se cambiaban unas por otras mediante el trueque, después con el paso del tiempo las cosas se fueron complicando y algunas mercancías fueron especializandose como forma de equivalente general en la cual expresaban su valor todas las demás mercancías, la más famosa de estas mercancías es el oro.

Este tipo de mercancía adopto la forma de lo que conocemos como "dinero".

Hace mucho que el dinero dejó de ser un mero medio de cambio que facilita las transacciones comerciales, hoy se ha convertido en un elemento fundamental de la ideología del sistema, pero como dijo Marx: "La forma simple de la mercancía es, por consiguiente, el germen de la forma de dinero". El secreto del dinero está implícito en la forma simple de valor, así que para más información me remito a El Capital y concretamente al Capítulo 1 donde se explica dicha forma de valor.

El Capital
El Capital (Fragmentos)
El secreto de El Capital

1 comentario:

  1. Vamos haber..dos cositas,solo:Que el propietario intelectual,de éste articulo,..y que me hace sentir muy culpable,al leerle x ser "aficionada"a tener mas de un par de gafas de sol...jajaja
    ..y ota mas...OMBLIGUITO..ERES UN CRACK..;))))

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